martes, 17 de julio de 2012

ARMAND MATTELARD


Sociólogo belga nacido en 1936 que, al servicio de la Iglesia católica y de la Francia, vivió en Chile entre 1962 y 1973, convirtiéndose después en uno de los ideólogos franceses con más predicamento entre las izquierdas extravagantes de los países de lengua española.

Propone el concepto de Sociedad Global de la Información como el resultado de una construcción geopolítica y que una ideología se ha naturalizado y se ha visto movida al rango de modelo dominante del cambio.
Muestra a la sociedad de la información como un proyecto que no beneficia a la mayoría, pero que en algún momento la beneficiará; es decir, tiene una fuerte carga ideológica que es la misma que rige el mercado.


Según un artículo publicado por la Universidad de Celaya "vivimos un mundo sin mediadores, estamos en el “umbral de la nueva era de la información y, por tanto, de un nuevo universalismo” sentencia Mattelart".

En la sociedad de la información todo el conocimiento de la humanidad es accesible a escala mundial y las respuestas a cualquier pregunta llegan casi inmediatamente por cualquier medio o herramienta de comunicación.

Esta civilización postindustrial es, según Mattelart , una civilización de servicios, una donde el comercio en línea cortocircuita a los intermediarios y restaura la fluidez del intercambio, una que consagra la preeminencia del recurso intangible (ideas, innovación, valores, imaginación, símbolos e imágenes).

La información fluye constantemente en todo el globo terráqueo gracias a herramientas como Internet, razón por la cual practicamente todas las generaciones están obligadas a manejar recursos tecnológicos para hacer un buen uso de esa información en cualquier ámbito de la vida.

Debido a la naturaleza de la Internet y su mundo totalmente virtual no existe un centro de información tangible al cual asistir, por tanto se hará necesario, como sugiere Mattelart, incorporar al único árbitro posible que es el principio de responsabilidad social, vínculos interpersonales tejidos en torno a valores comunes.

Kroloff y Cohen, citados por Mattelard, se plantean una serie de preguntas relacionadas con los nuevos retos a enfrentear por parte de la Sociedad  Global de la Información: “¿Cómo puede acrecentarse el flujo de la información con el fin de mejorar la suerte de toda la humanidad sin inmiscuirse en la vida de las personas privadas, el derecho de propiedad de los datos y la seguridad nacional? ¿Cómo puede, o podría, atenderse el deseo del Segundo Mundo y del Tercer Mundo de controlar los sectores de la información de sus propias sociedades e intentar, al mismo tiempo, que se permita el libre flujo de la información en el mundo entero?.¿Cómo puede el gobierno garantizar la seguridad de los Estados Unidos y preservar sus intereses económicos y, al mismo tiempo, contribuir a enfrentarse con las necesidades de las naciones en vías de desarrollo y ganarse su cooperación?”







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