miércoles, 18 de julio de 2012

ESCUELA DE FRANKFUR



AUTOR
POSTURA

THEODORO ADORNO

Dialéctica de la Ilustración como crítica al proyecto racionalista llevado hasta los extremos, que trajo como consecuencia un endiosamiento de la razón instrumental, es decir, a una razón que se aplica a los medios (la tecnología, el entramado industrial, la sociedad administrada -verwaltete Welt-, etc), pero que ha perdido completamente de vista los fines esenciales que ha de perseguir el ser humano y a los cuales debería estar subordinada la razón.

Dialéctica negativa como forma de razonamiento que trata de salirse del esquema clásico, para hacer hincapié en aquellos aspectos negativos, en los flecos sueltos de la historia, en lo que no tiene nombre, en el desfavorecido. Es una dialéctica que podría definirse como neutra, que apunta claramente hacia un lado determinado de la balanza; sobre todo, pretende desmarcarse de los planteamientos cerrados de la tesis y su antítesis, con lo cual se apela a un cierto nivel de trascendencia, que se sitúa en el margen de la cadena lógica de la dialéctica tradicionalmente considerada.

Industria cultural es la transformación de obras de arte en objetos al servicio de la comodidad. Considera que el auge de la sociedad de masas es un síntoma de una era degradada en la que el arte sólo es una fuente de gratificación para ser consumida, estableciendo que la autonomía de las obras de arte, que ha estado siempre señalada por la búsqueda del efecto, se vio abolida por la industria cultural.

Lo que la Industria Cultural crea no son ni reglas para una vida feliz, ni un nuevo poema moral, sino exhortaciones a la conformidad a lo que tiene detrás suyo los más grandes intereses. El consentimiento que publicita refuerza la autoridad ciega e impenetrada, busca el estímulo y la explotación de la debilidad del Yo, a la cual la sociedad actual, con su concentración de poder, condena de todas maneras a sus miembros, impone sin cesar los esquemas de su comportamiento.

Impide la formación de individuos autónomos, independientes, capaces de juzgar y decidir conscientemente. La industria cultural defrauda continuamente a sus consumidores respecto a aquello que les promete.

Max Horkheimer
Los medios de comunicación fomentan el individualismo e igualan a las personas a través del aislamiento, por consiguiente, la afirmación de que el medio de comunicación aísla no es válida sólo en el campo espiritual sino en el ámbito físico.

Su objetivo era "salvar la Ilustración", por lo que era necesario someterla a crítica para recuperarla y hacer de ella una verdadera razón liberadora. La clave del fracaso de la Ilustración había que buscarla en la propia racionalidad, centro del proyecto:

La racionalidad se ha convertido en instrumento de dominación, es una razón instrumental que ha atrapado al mismo hombre, lo ha convertido en medio y no en fin en sí mismo. La razón instrumental lleva a admitir que los fines últimos dependen de decisiones irracionales, subjetivas, que no admiten un juicio racional; por tanto, no se puede juzgar la realidad social dada racionalmente.

Por tanto, para romper la lógica del dominio propia de la razón instrumental es imprescindible adoptar la perspectiva de la víctimas, de los excluidos, pues, en la sociedad industrial, el sujeto ha sido convertido en un individuo-masa neutralizado y manipulado, incapaz de autonomía; incluso el proletariado se ha integrado en el sistema. El nuevo sujeto capaz de resistir a la irracionalidad tendrá que apoyarse en las víctimas de esa irracionalidad.

Sociedad de masas La tesis de que al nivelamiento y a la igualación de los hombres es un refuerzo de la individualidad en las llamadas personalidades dominantes, es errónea y forma parte de la ideología.

Propaganda
  • La propaganda manipula a los hombres; al gritar libertad se contradice a sí misma; es falsa. Los jefes y los hombres gregarios se reencuentran en la comunidad de la mentira a través de la propaganda, aun cuando los contenidos sean justos.
  • Para la propaganda, hasta la verdad es un medio más para conquistar las audiencias, por tanto  altera la verdad misma en el acto de formularla.
  • La verdadera resistencia ignora la propaganda por ser antihumana.
Si el discurso debe hoy dirigirse a alguien no es a las llamadas masas ni al individuo, que es impotente, sino más bien a un testigo imaginario, a quien se lo dejamos en herencia para que no desaparezca por entero con nosotros.

Herbert Marcuse
Su objetivo es encontrar el camino para alcanzar la libertad y la auténtica felicidad.

Criticó la sociedad comunista de su tiempo (El marxismo soviético, 1958) y la sociedad industrial avanzada, estableciendo una conexión entre el pensamiento de Freud y el de Marx.

La sociedad reprime las tendencias instintivas del ser humano porque la cultura exige la contención del "principio de placer"- presente en todos los humanos que busca la satisfacción inmediata de los instintos- en beneficio del "principio de realidad"- igualmente presente en todos y que procura la seguridad del individuo.

En la sociedad industrial avanzada la uniformización del pensamiento queda asegurada con la propaganda y el uso dominante de los medios de comunicación. La propia filosofía, a través del positivismo, se muestra en perfecta consonancia con la situación, pierde su poder crítico, negativo y transgresor.

Con la "represión excedente" los intereses de la dominación quedan justificados, son racionalizados. En la conciencia de los individuos, también en la de los trabajadores, son interiorizados los principios de la moral burguesa, que exigen el control de la vida instintiva, por lo que dicha "represión excedente" no induce a la insumisión de quienes la sufren, ya que estos no perciben la necesidad de su liberación.

La represión excedente desaparecerá siempre que el objetivo de la humanidad sea la satisfacción de las necesidades básicas y la liberación de todos y no el beneficio económico.

Los nuevos instrumentos de dominación exigen nuevas formas de liberación y nuevos protagonistas. Las clases marginales, los desempleados, las minorías raciales, en definitiva, quienes no encuentran un lugar propio en el sistema y aquellos que tienen conciencia crítica podrán ser el fermento del cambio social, luchar por la utopía de una sociedad no represiva y no manipuladora de las necesidades. Para ello es imprescindible nombrar el "Gran Rechazo" contra la sociedad. Este "Gran Rechazo" es la protesta contra la represión innecesaria, la lucha a favor de la última forma de libertad"(Eros y civilización).

Jurgen Habermas
Intentó alcanzar el ideal ilustrado a través de una razón crítica, universal y emancipadora.
En el capitalismo actual, ciencia y técnica son elementos esenciales de la ideología legitimadora del modelo social. Los avances científicos-tecnológicos han hecho posible el aumento de la producción y, con él, el incremento del consumo.

La teoría de la acción comunicativa
La interacción comunicativa será el punto de partida del proyecto emancipador. La razón es que los individuos construyen su identidad en el marco de las interacciones comunicativas y no en el mundo del trabajo.

Cuando se dialoga, al margen del contenido del mensaje que se expresa, hablante y oyente parten de un acuerdo tácito de entendimiento mutuo (acto perlocutivo o preformativo). El hablante supone que va a ser entendido, y el oyente, que el mensaje es inteligible y verdadero, sin intenciones ocultas. Esta condición se denomina situación ideal del habla. El consenso sería la condición universal de la comunicación humana. En este sentido, el lenguaje supone la existencia de una moral mínima que impide el engaño y su efecto inmediato: la dominación.

Ética del discurso
La ética propuesta es dialógica o discursiva, ya que se construye en el discurso a través del diálogo racional de los ciudadanos que buscan el entendimiento entre ellos.

Negar el carácter universal de los imperativos morales y su fundamentación racional equivaldría a negar la posibilidad de la liberación de la humanidad.

La conciencia moral es intersubjetiva, se construye en el medio social de la comunicación. El diálogo entre las personas es el que determinará qué normas son éticamente correctas, por ello debe estar abierto a la previsión de las posibles consecuencias de lo propuesto.

Este teórico busca la ruptura de la cadena dominación-alienación, que es un hecho en la sociedad postindustrial, poniendo su esperanza en el propio sistema democrático que, si bien históricamente ha adoptado formas institucionales que han servido de instrumento de dominación, también puede servir de fuente de libertad. La autocrítica propia de la democracia habrá de ser el motor de la emancipación y la autonomía humanas.

Introduce la noción de el mundo de la vida como único horizonte desde el cual y sobre el cual puede producirse la reproducción simbólico-social en acciones lingüísticamente mediadas.Modificó el concepto de mundo en tres sentidos:

  1. El concepto de mundo se plantea en términos de teoría de la constitución de la experiencia y adopta la pareja conceptual «mundo» y «mundo de la vida». La tradición cultural compartida por una comunidad es la que forma el "mundo de la vida" que los miembros individuales encuentran ya interpretado en lo que atañe a su contenido. El "mundo de la vida" constituye el trasfondo de la acción comunicativa.

  1. La necesidad de sustituir la versión cognositivista unilateral del concepto de espíritu objetivo, superándola con un concepto de saber cultural como diferenciado en distintas pretensiones de validez.

Sólo el mundo objetivo se puede entender como correlato de la totalidad de los enunciados verdaderos. Son por otra parte, los tres mundos los que constituyen conjuntamente el sistema de referencia que los participantes suponen en común en los procesos de comunicación.



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