miércoles, 18 de julio de 2012

ESTUDIOS DE COMUNICACIÓN EN AMÉRICA LATINA


TEÓRICOS LATINOAMERICANOS

ESTUDIOS DE COMUNICACIÓN EN VENEZUELA

En América Latina, el avance y aplicación de teorías de comunicación se iniciaron entre la década de los sesenta y ochenta, en medio de dos hegemonías teóricas como la norteamericana, basada en un empirismo positivista muy marcado y el paradigma de la teoría social latinoamericana. 

En el continente americano, Estados Unidos fue el primer país en desarrollar dicho enfoque teórico positivista, el cual tiene como principales exponentes a Schramm, Berlo, Lazarsfeld, Bertalanffy, Parsons, Katz, McQuail, McCombs, Luhmann, donde el investigador debe analizar los procesos a través de la objetividad que le proporcionan sus sentidos, desprendiéndose de la subjetividad, es decir, los sentimientos, principios filosóficos y el compromiso social. Postura que aún sigue vigente en las investigaciones realizadas por estudiosos contemporáneos.

La Teoría Crítica característica de Europa, por su parte, previo la análisis de los procesos comunicacionales, estudió las características de las condiciones económico-sociales, de educación, de poder y hegemonía en los diferentes sistemas contemporáneos para cuestionar los roles que juega la comunicación en la preservación del sistema social y el papel de los mensajes en la difusión de la ideología dominante. En este enfoque, el científico social se concibe como un agente de cambio, comprometido ética y socialmente.


Este enfoque tiene cuatro vertientes como son:


CORRIENTE
TEÓRICOS




ü  Adorno
ü  Horkheimer
ü  Benjamín
ü  Marcuse
ü  Althusser
ü  Murdock
ü  Habermas


ü  Gramsci
ü  Foucault
ü  Chomsky
ü  Eco
ü  Wolf





ü  Williams
ü  Fiske
ü  Morley
ü  Jensen
ü  Stuart Hall
ü  Green
ü  Giddens
ü  Douglas & Ischerwood
ü  J. B. Thompson
ü  Morley
ü  Certeau


La llamada Escuela Culturalista Latinoamericana también ha hecho aportaciones teóricas, conceptuales y de investigación empírica en materia de comunicación. Entre sus teóricos más importantes se encuentran Jesús Martín Barbero, García Canclini, Guillermo Orozco, Fuenzalida y J. A. González.

Sin embargo, es importante destacar que actualmente los enfoques positivistas y críticos resultan poco útiles para expresar e identificar los postulados teóricos en ambas corrientes (positivismo y estudios culturales); en vista de que las teorías de comunicación positivistas que tienen vigencia en Latinoamérica (desde el punto de vista de investigación y docencia) consideran la influencia de los mensajes y perciben algunas de sus claras insuficiencias.

Así mismo, dentro de las teorías de comunicación crítica vigentes en América Latina, los estudios culturales se han distanciado del criticismo pesimista, partiendo desde el punto de vista de un público receptor de mensajes más activo e interdependiente, rompiendo con la idea de la recepción pasiva y manipulable.

Las principales teorías de comunicación en Latinoamérica fueron planteadas por diversos expertos, entre los que se encuentran: Armand Mattelard, Paulo Freire, Mario Kaplún, Luis Ramiro Beltrán y Jesús Martín Barbero.

En Venezuela, por su parte, Antonio Pascuali, Héctor Mujica, Marcelino Bisbal y Migdalia Pineda, también se preocuparon por el tema de la comunicación en América Latina, abordando diversas características de la sociedad actual.



BIOGRAFÍA DE JESÚS MARTÍN BARBERO

Jesús Martín Barbero nació en Ávila (España), pero desde 1963 reside en Colombia, aunque esporádicamente se radica en otros países por motivos de trabajo. Es doctor en filosofía de la Universidad de Lovaina. Hizo un posgrado en antropología y semiótica en París. Sus estudios van encaminados principalmente hacia la investigación.

Fundó el Departamento de ciencias de la comunicación de la Universidad del Valle, ha sido presidente de la Asociación latinoamericana de investigadores de la comunicación y miembro activo de la Federación latinoamericana de facultades de comunicación social. Además de esto, ha trabajado como investigador asociado en la Universidad Complutense de Madrid y como profesor en la Cátedra Unesco de la Universidad autónoma de Barcelona, en la Universidad de Stanford y en la Escuela nacional de antropología e historia de México.

Paralelamente a su labor como docente, ha sido asesor internacional de revistas como Sociedad (Buenos Aires), Analisi (Barcelona), Versión (México), Diálogos de la comunicación (Lima) y The communication review (California), entre otras.

Es reconocido por los libros de investigación que ha escrito, entre los que se encuentran De los medios a las mediaciones, Comunicación masiva, Discurso y poder, Televisión y melodrama, Mapas nocturnos y Pre-textos: conversaciones sobre la comunicación y sus contextos.

Así mismo, ha escrito innumerables artículos sobre la comunicación en prestigiosas revistas colombianas e internacionales. Por todo esto, Martín Barbero es actualmente uno de los teóricos más reconocidos y respetados en el campo de la comunicación a nivel mundial.

BIOGRAFÍA DE LUIS RAMIRO BELTRÁN

Nacido de padres periodistas en Oruro, Bolivia, en 1930, es periodista, escritor y comunicador. También es investigador social y promotor del desarrollo nacional.

En su experiencia periodística, de 1942 a 1954, sobresale su actividad en “La Patria” de Oruro, en “La Razón” de La Paz y como fundador y director del semanario humorístico “Momento”, así como su labor en Radio “El Cóndor”. Trabajó en Bolivia, por otra parte, en relaciones públicas, propaganda política y publicidad comercial. Fue el primer guionista profesional del cine boliviano, habiendo escrito a mediados de 1953 para el director Jorge Ruíz el guión de “Vuelve Sebastiana”, testimonio de la cultura chipaya, considerado el principal documental boliviano y un clásico del cine latinoamericano y ganador de varios premios en el país y en el exterior.

En comunicación educativa para el desarrollo se inició en Bolivia en el ámbito agrícola a fines de 1953 y sobresalió en ello en el exterior a lo largo de algo más de treinta años de servicios, a partir de 1955, a organismos técnicos internacionales. Fue Especialista en Comunicación del Instituto Interamericano de Ciencias Agrícolas de la OEA en San José, Lima y Montevideo, Director del Centro Interamericano de Desarrollo Rural y Reforma Agraria, en Bogotá, Subdirector Regional del Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo, también en Bogotá, y Consejero Regional de la Unesco en Comunicación para América Latina, en Quito.

Obtuvo en 1972 el doctorado en comunicación y sociología en la Universidad del Estado de Michigan. En 1984 le confirieron el doctorado “Honoris Causa” la Universidad Católica Boliviana, La Paz, y la Universidad Técnica de Oruro.

Autor de varios libros técnicos y de numerosos artículos científicos de su especialidad, fue catedrático visitante en las Universidades de Michigan, Stanford y Ohio, asesor gubernamental y consultor de diversas entidades en varios países.

En los años 70 se destacó internacionalmente entre los primeros proponentes de la democratización de la comunicación y del planeamiento de ella para el desarrollo con énfasis en Políticas Nacionales de Comunicación. Sus análisis críticos de las premisas, objetos y métodos de la investigación científica en su campo tuvieron resonancia internacional. Es reconocido como uno de los fundadores de la corriente científica progresista denominada “Escuela Crítica Latinoamericana de Comunicación”. Ha sido dirigente de las principales agrupaciones mundiales de profesionales de comunicación y miembro de los consejos editoriales de las revistas técnicas de varias instituciones del ramo.

La alianza de las ocho agrupaciones profesionales de comunicadores latinoamericanos le confirió en 1995, en Quito, su más alta distinción. Y dos años después la Federación Latinoamericana de Facultades de Comunicación lo nombró su Miembro Honorario. En 1997 la Universidad Metodista de Sao Paulo y la Unesco realizaron un seminario internacional de recuento de su trayectoria como investigador y publicaron al año siguiente un libro con las ponencias . En ese mismo año ganó el Premio Nacional de Periodismo de Bolivia. Y en 1999 la Universidad Católica Boliviana estableció en su honor la “Cátedra Luis Ramiro Beltrán”. Recibió entonces, además, una medalla de la revista Enfoques, de La Paz, y fue homenajeado por la Academia Boliviana de la Lengua y por la filial de Oruro de la Mesa Redonda Panamericana. Además, la Alcaldía Municipal de La Paz le confirió su Escudo de Armas y lo nombró miembro del Tribunal de Imprenta. También fue varias veces miembro del Tribunal de Honor de la Asociación de Periodistas de La Paz.
Recibió en su país dos premios en concursos de poesía, en 1961 y 1969… Es miembro de número de la Academia Boliviana de la Lengua, condición a la que accedió en 1991 con su estudio “El Gran Comunicador Simón Bolívar”. Como tal, es Miembro Correpondiente de la Real Academia de la Lengua Española. Y en 1999 fue designado Miembro Correspondiente del Círculo de Escritores de Venezuela… Sus libros más recientes son “Investigación sobre Comunicación en Latinoamérica: Inicio, Trascendencia y Proyección”, “Con la Tinta de Imprenta en las Venas”, memorias de su vida periodística, y “Papeles al Viento”, selección multitemática de crónicas.

Desde 1992 hasta 2004 fue catedrático de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Johns Hopkins y, con sede en Bolivia, su Consejero para América Latina en Comunicación.

En enero de 2003 recibió el título de Profesor Honoris Causa de la Universidad Privada de Santa Cruz de la Sierra, Bolivia. También entonces fue objeto de una distinción pública otorgada por la Defensoría del Pueblo por su colaboración a la promoción y defensa de los derechos humanos. Y en octubre de ese mismo año la Universidad San Francisco de Asís le confirió en La Paz una distinción “por su valioso aporte a la consolidación del proceso democrático y al desarrollo de la comunicación en Bolivia.”

La obra más reciente publicada por el Dr. Beltrán, a fines del 2009, fue escrita por él en coautoría con sus colegas bolivianos Erick Torrico, Karina Herrera y Esperanza Pinto. Su título es: La Comunicación antes de Colón: Tipos y Formas en Mesoamérica y Los Andes.

BIOGRAFÍA DE MARIO KAPLÚN

Mario Kaplún nació en Argentina en 1923. De antepasados judíos rusos, pasó su niñez y juventud en Buenos Aires, y su vida adulta, con algunos intervalos, en Uruguay… Así, a los diecisiete años, Mario se recibió de maestro. Su condición docente quedó en evidencia desde el inicio de su carrera profesional, aunque nunca ejerciera formalmente como tal. El profesorado de Psicología y Filosofía, en cambio, nunca lo terminó, y a la Comunicación se acercó desde la praxis, más concretamente: desde el radioteatro.

Mario trabajó durante un tiempo en un estudio donde se transmitían radioteatros; esta experiencia le permitió adquirir el herramental necesario para guionar y realizar programas. A los diecinueve, en el marco de un servicio radial llamado "Escuela del Aire", emitió su primer programa educativo, a través de una cadena estatal -Radio del Estado- y otra privada de alcance nacional -Red Splendid-; era un ciclo sobre historia argentina en formato de radioteatro. Su vinculación temprana a un servicio radiofónico con tal nombre ("Escuela del Aire") denotaba ya su interés en la educación de tipo no-formal que pudiera ser ampliada con la potencia de un medio masivo.

Kaplún vivió esos tres primeros años de radio como una "aventura fascinante" y un aprendizaje intenso del oficio, pues en un contexto de transmisiones en vivo y posibilidades técnicas básicas, debía escribir dos guiones por semana, dirigir actores, coordinar técnicos, ensayar, ambientar y salir al aire. "Ya estaba inoculado con el virus de la comunicación. Ya era mi profesión, mi oficio, lo que sabía y me gustaba hacer".[4] Desde el inicio de su carrera cuestionó el modelo de comunicación unidireccional privilegiado por los mass-media, pero no lo hizo teorizando sino generando procesos que, desde los propios medios, potenciaran al destinatario al punto de transformarlo en emisor. Más tarde haría uso del término "emirec" -del neologismo francés acuñado por Jean Cloutier, "émeréc"- para reforzar la idea de que todo ser humano tiene la condición y aptitud necesaria para ser emisor y receptor en un mismo proceso.

Mario empezó a sistematizar la educación desde los medios, manteniendo siempre como uno de los ejes fundamentales de su desarrollo la búsqueda religiosa. (Conviene aclarar que "religión" en el caso de Mario Kaplún no es la religión del dogma o el templo, sino de la acción, de la vida).

El cruce entre la búsqueda religiosa de Mario y su desarrollo práctico como comunicador se estableció de manera más visible cuando a finales de los ‘50 Manuel Olivera le propuso armar un programa en el espacio que tenía asignado para rezar la misa. Le propuso ofrecer un panorama de lo que estaba sucediendo con el catolicismo en el mundo. Y lo hicieron.

En el ’62 Kaplún empezó a producir y conducir programas de debate periodístico que alcanzaron verdaderos éxitos de audiencia. Con el seudónimo que traía de la Argentina -Mario César- estrenó en Canal 12 Sala de audiencias, un programa sobre temas de actualidad -sociales y políticos- que, según el propio autor, se convirtió en "una gran tribuna nacional"…. Sin embargo, en casa de los Kaplún no hubo televisor sino hasta el ’78; Mario producía pero no veía televisión; prefería ir al cine y al teatro. En 1968 el país entró en una etapa muy difícil … Mario dejó la televisión y volvió a la radio.

Mientras tanto, después de una gira por América Latina con la misión de crear la Asociación Católica Latinoamericana para la Radiodifusión y la Televisión, UNDA/AL, Manuel Olivera entendió que no era posible competir con la industria televisiva de Estados Unidos; en cambio reconocía que había un campo abierto, el de los radioteatros, y le propuso a Mario lanzarse con series de radiodramas educativos…. En todos los programas de Mario Kaplún primaba su inquietud por habilitar a la gente para que pensara por sí misma. Iba montando un método dialógico de progreso que exigía una manera de exposición muy especial.

Mario creyó desde un principio en la posibilidad de insertar programas educativos en los circuitos regulares de los medios masivos, pero sabía que una de las premisas fundamentales para lograrlo era el cuidado en la realización y en las decisiones estéticas.

Siempre inspirado en Paulo Freire, Mario introdujo en sus programas la comunicación dialógica participativa. Pensado desde la praxis y elevado luego a la teoría, el método de Jurado No.13 fue una de las claves de su trabajo, no sólo en relación con la praxis comunicacional, sino en relación con la fe: "La fe es dialógica; la fe va creciendo; la fe es hecha junto a un equipo de gente", explica Manuel.

Los programas, que se venían haciendo en América Latina desde hacía años, adoptaban un tono discursivo, moralista, vertical, aburrido. Con la producción de El Padre Vicente y Jurado No.13, Mario rompe con esos esquemas convencionales y demuestra que se puede aplicar el pensamiento educativo de Paulo Freire -la educación liberadora- a los programas de radio. Estos programas no han sido superados todavía por otros radialistas.

BIOGRAFÍA DE PAULO FREIRE

El educador brasileño nació en 1921 en Recife, en el nordeste brasilero, donde vivió una niñez y juventud signada por la premura económica y el contacto con campesinos, y trabajadores de esta región del país. Siendo estudiante de derecho, se casó con Elza, maestra de escuela quien lo acercó al trabajo educativo, en particular la enseñanza del portugués, actividad con la que costeaba sus estudios y colaboraba en el sostenimiento de su hogar.

A partir de su experiencia en el Movimiento de Cultura Popular, de sus estudios sobre el lenguaje popular y del análisis crítico de la educación brasilera de mediados del siglo XX, Freire creó un método de alfabetización que en la medida en que los iletrados aprendían a leer y escribir, iban dialogando sobre problemas de su realidad y buscando alternativas para transformarlos. La novedosa y efectiva propuesta fue conocida en 1963 por Darcy Ribeiro, ministro de educación, quien le pidió a Freire coordinar el Plan Nacional de Alfabetización.
En 1964, cuando se estaban formando los cientos de cuadros que pondrían en práctica la propuesta, vino el golpe militar y Freire llevado a prisión acusado de «subversivo internacional»; al salir de la cárcel se exilió primero en Bolivia y luego en Chile, donde sistematizaría su experiencia en los libros Educación como práctica de la libertad y pedagogía del oprimido; en ellos desarrolla sus tesis sobre la conciencia dominada, lo opresivo de la educación, la concientización, el diálogo y el proceso de liberación.

En 1970, Freire iniciaba una segunda etapa de exilio en Europa, Estados Unidos y África.

En 1980 volvió al Brasil para «reaprender» su país; allí se desempeñó como profesor en las Universidades de Campinhas y Sao Paulo, participó en programas de formación de maestros, con educadores de la calle y en movimientos de educación popular que por ese entonces se desarrollan en su país y en América Latina; en la década de los 80 publica varios libros y concede numerosas entrevistas donde enfatiza la dimensión política de la educación.

En 1989 fue nombrado Secretario de Educación de Sâo Paulo, el Estado más poblado del Brasil. Durante su mandato realizó una importante tarea para llevar a la práctica sus ideas, revisar el programa de estudios bajo el lema de una escuela pública popular y democrática y mejorar los sueldos de los educadores brasileños. Como balance reflexivo de su experiencia en la construcción de una escuela pública popular y democrática, escribe el libro «Pedagogía de la ciudad».

A lo largo de los noventa, sin abandonar su práctica como educador e investigador en las Universidades de Sao Paulo y Recife, y de asesor en muchas experiencias concretas, Freire se dedica a sistematizar su trayectoria pedagógica en libros como, «pedagogía de la esperanza» (1992), «política y educación» (1993), «Cartas a Cristina» (1994) «cartas a quien pretende enseñar» (1994), «a la sombra de este mango» (1997) y «Pedagogía de la autonomía» (1998).

En 2 de mayo de 1997, después de conceder una entrevista a estudiantes de la Universidad de Sao Paulo donde ratifica sus convicciones pedagógicas, éticas y políticas, Paulo Freire muere. En el año 2001 su viuda publica el libro en que estaba trabajando al momento de su muerte: «Pedagogía de la indignación» (2001), en el cual hace una crítica radical al neoliberalismo y reafirma su postura:

«En cuanto presencia en la historia y en el mundo, lucho esperanzadamente por el sueño, por la utopía, en la perspectiva de un a pedagogía crítica. »

La amplia obra escrita de Freire y sus innumerables presentaciones públicas configuran un rico universo de reflexiones acerca de la educación, la pedagogía y la ética liberadoras. Así mismo, no hay que perder de vista que a lo largo de su periplo intelectual de casi medio siglo sus ideas sufrieron modificaciones. Sin embargo, esto no impide hacer lecturas de la obra del pedagogo brasilero en función de preguntas específicas; en este caso, pretendo hacer un balance de su aporte en la configuración de la educación popular.

BIOGRAFÍA DE ARMAND MATTELART

Sociólogo belga nacido en 1936 que, al servicio de la Iglesia católica y de la Francia, vivió en Chile entre 1962 y 1973, convirtiéndose después en uno de los ideólogos franceses con más predicamento entre las izquierdas extravagantes de los países de lengua española. Tras una infancia señalada por la Segunda Guerra Mundial, e interno en una institución católica, realiza allí sus estudios secundarios, y se vincula a movimientos católicos juveniles afines a las misiones en países pobres.

Terminado el bachillerato se incorpora Armando Mattelart a una comunidad de monjes seculares en Bretaña, y un año más tarde vuelve a Lovaina para cursar Derecho y Ciencia Política en la Universidad Católica. Posteriormente, en París, realiza estudios de Demografía, en el Instituto de Estudios Demográficos fundado en 1947 por Alfredo Sauvy (1898-1990), quién había acuñado en 1952 la fórmula «tercer mundo» –ese tercer estado constituido por los países pobres del mundo que no pertenecían ni a la nobleza capitalista del primer mundo ni al clero comunista del segundo mundo–.

Al concluir sus estudios recibe un nombramiento como experto del Vaticano en políticas de población, y en 1962 es enviado a la Universidad Católica de Chile. Se matrimonió en Chile en 1963 con una francesa Michèle Mattelart … inicialmente de confrontar desde la perspectiva espiritual católica los modelos estratégicos de planificación familiar que estaban implantando las fundaciones Ford y Rockefeller, en el contexto de la Alianza para el Progreso (ALPRO, constituida en 1961 en Punta del Este, bajo los auspicios de la OEA y del presidente Kennedy –reunión en la que Cuba estuvo representada por Ernesto Che Guevara–), que propugnaban la limitación en el número de nacimientos para «mejorar la vida de todos los habitantes del continente», la propia dinámica de la realidad y la necesidad de la Iglesia católica de adaptarse al avance de la revolución latinoamericana impulsada sobre todo desde la Cuba comunista, determinó que fueran encargados de adentrarse en los terrenos de las estrategias de comunicación aplicadas al combate ideológico, político y social, para poder construir alternativas ideológicas y políticas tanto al comunismo ateo como al imperialismo protestante norteamericano.

Siempre en el entorno de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Armando Mattelart pasó a colaborar desde sus inicios en el Centro de Estudios de la Realidad Nacional CEREN –fundado en 1968 bajo los auspicios de esa universidad católica– y dirigido por Jacques Chonchol… Las primeras investigaciones del CEREN –en el que colaboraron Armando Mattelart, Michèle Mattelart, Mabel Paccini, &c.– se centraron en análisis estructurales izquierdistas de la prensa liberal, las revistas de ídolos y la prensa pseudo-amorosa (Armando Mattelart estudió con detalle el diario liberal El Mercurio).

El CEREN, uno de los órganos de la Pontificia Universidad Católica, a través sobre todo de sus Cuadernos de la Realidad Nacional, se convirtió en uno de los principales centros generadores y emisores de ideología durante el régimen socialdemócrata de Salvador Allende (1970-1973), a la moda francesa del estructuralismo postconciliar, aplicado a la comunicación educativa, el análisis de los discursos, los estudios culturales, la economía política de los medios masivos, &c. Armando Mattelart y Ariel Dorfman publicaron en 1971 el famoso panfleto Para leer al Pato Donald, manual de descolonización antinorteamericana, donde desde un análisis estructural supuestamente marxista (y ya puestos, hasta leninista), se denuncia la penetración mediática yanki a través de los comics de Disney y se interpreta a la célebre familia de patos como malvados agentes del imperialismo cultural propagador del modo de vivir norteamericano (la circunstancia de que este libro fuera censurado en los EEUU ayudó notablemente a su fama entre la progresía internacional, y a que se convirtiese en uno de los libros de ensayo más vendidos en la iberoamérica de los años setenta).

http://www.filosofia.org/ave/001/a232.htm

BIOGRAFÍA DE HÉCTOR MUJICA

Héctor Mujica (1927-2002) pertenece a la generación de intelectuales venezolanos que asumen al marxismo como teoría para abordar la realidad venezolana y latinoamericana. Nacido durante el régimen gomecista (1908-1935) aprende desde muy joven a luchar por las reivindicaciones sociales de los más desposeídos.

Ingresa en 1944 a la organización política Unión Popular Venezolana, agrupamiento legal del Partido Comunista de Venezuela (PCV); estos años también marcan sus primeros pasos en el periodismo de opinión.

En 1951 obtiene la licenciatura en Filosofía y Letras mención Filosofía. Durante sus estudios universitarios, obtuvo una beca del Centro Cultural Venezolano-Francés para estudiar en París. En la capital francesa recibe un Certificado de Estudios Superiores en Psicología y Psicopatología, realizado en la Universidad de París y en el Hospital Santa Ana (1948-1949).

Mujica integró el grupo literario Contrapunto, conformado por destacados escritores liderados por Andrés Mariño Palacios; esta agrupación irrumpe a partir de 1946 con el propósito de estudiar las nuevas teorías contemporáneas y sus vinculaciones literarias, como eran el existencialismo y el psicoanálisis.

El enfrentamiento clandestino contra el gobierno de Marcos Pérez Jiménez y su militancia comunista lo llevaron a la prisión en varias oportunidades; preso y torturado en la Cárcel Modelo de Caracas en 1955, logra salir al exilio en Chile, gracias a la intervención de su padre. En Santiago, se graduó de periodista en la Universidad de Chile y colaboró en los diarios El Siglo, vocero de los comunistas chilenos, donde escribió por cerca de 3 años la columna semanal “Los hombres y las cosas”, firmada con el seudónimo de Joaquín Jiménez; Las Noticias de Última Hora y en La Gaceta de Chile, dirigida por Pablo Neruda. Testimonio de este destierro son las crónicas publicadas en Chile desde adentro y Venezuela desde afuera.

De regreso al país en 1958, se incorpora a la Universidad Central de Venezuela como profesor de la cátedra de Periodismo Informativo y de Opinión en la Escuela de Periodismo, asume de igual modo la dirección de esta Escuela, cargo que ocupa hasta 1964; de este período destacan la publicación del Boletín Universitario de la Universidad Central, donde escribió la entrevista hecha en La Habana al Che Guevara, una vez que triunfó la Revolución en Cuba; la creación de la colección Cuadernos y el empeño puesto para que se fundara la Imprenta Universitaria.

Llega al Congreso Nacional como diputado suplente del Distrito Federal por el PCV (1959-1964). Diputado principal del Estado Lara por Unión Para Avanzar (UPA) (1969-1974). Regresa a Europa en 1964, para trabajar en sus proyectos sobre técnicas de la información y comunicación social; en Roma dicta cursos en la Escuela de Técnica de la Información durante el año lectivo 1965-1966. Asumió la presidencia de la Asociación Venezolana de Periodistas (AVP), seccional del Distrito Federal para el período 1967-1968. En la Universidad Central de Venezuela vuelve a la dirección de la Escuela de Periodismo (1969-1970). Con la creación del Colegio Nacional de Periodistas se producen elecciones para su directiva, Mujica gana este primer proceso para el período 1976-1978, este triunfo lo atribuyó en ese momento a su “condición humana aglutinante, unitaria y respetuosa de las ideas de los demás”.

Académico, ensayista, periodista y militante político del comunismo venezolano, se dedica a recrear la historia patria intentando reivindicar el papel del pueblo en la lucha por alcanzar la instauración de una verdadera democracia.

Entre sus obras se destacan: Pez dormido (1947), Las tres ventanas (1970), Cuento de todos los diablos, La noche de los ayamanes, Chile desde adentro y Venezuela desde afuera, La historia de una silla (Antonio Leocadio Guzmán) (1958), El imperio de la noticia (1967), Los tres testimonios y otros cuentos (1967), Sociología de la comunicación (1980), entre otros.